lunes, 26 de febrero de 2007

La pelota vasca y la pedrada vasca

En una tranquila tarde de Carnaval, en la que cientos de personas disfrutábamos de una apacible tarde de sábado por el centro de Bilbao, otros tantos se disponían a manifestarse por la autodeterminación y la amnistía. Es aquí donde se produce el enésimo choque entre legalidad (prohibición de la Audiencia Nacional) y legitimidad (esgrimida por los manifestantes). En plena competencia entre las ciudades de Bilbao y Madrid para ver quien celebra más manifestaciones en 2007 sobre cuestiones relativas al proceso y/o el conflicto, la del sábado contaba con dos firmes voluntades. La de los manifestantes por expresarse y la de los etzainas por prohibir la marcha. La Ertzaintza, un cuerpo siempre puesto en duda tanto por los constitucionalistas por demasiada permisividad con el entorno de ETA, como por la izquierda abertzale por ser vasallo de las ordenes de Madrid. En este caso, la policía autónoma vasca no dudó en proceder a cargar contra quienes desobedecieron las órdenes judiciales y las de los propios agentes. Una auténtica batalla campal con pelotas, piedras, porrazos, contenedores volcados, que pilló por sorpresa a cientos de ciudadanos ajenos al conflicto que trataban de disfrutar de una tarde de ocio.

En este caso resultó directamente golpeada la Mesa Nacional, y no en sentido literal. Mientras Permach daba con sus huesos en la comisaría de Deusto, Barrena y Lasa terminaban en un copalsado hospital de Basurto, mientras Otegi clamaba al cielo y responsabilizaba al Gobierno de Ibarretxe. Las reaciones de Batasuna no han sido las únicas relativas a los incidentes del sábado. El ejecutivo de Vitoria-Gasteiz, como es previsible, legitima la actuación de la Ertzaintza, desviando la responsabilidad hacia los manifestantes. Para Pernando Barrena, "hay responsables políticos y tienen nombre propio, es Josu Jon Imaz", y para Joseba Permach, uno de los dos detenidos en los altercados, era la Ertzaintza quien "buscaba incidentes des del principio". "Masacre" fue el término empleado por Otegi el sábado desde la misma comisaría de Deusto.

La izquierda abertzale sigue buscando su ubicación en un proceso de paz en coma y con un no-alto al fuego donde la organización que lo declara se reserva el derecho a responder. Primero fue el llamamiento a ETA para que no rompiese la tregua, después la no tan novedosa propuesta de una autonomía a cuatro con derecho a decidir (en 1990 HB propuso algo similar, un Estatuto Nacional de Autonomía para 4 territorios, auspiciado tras el fracaso de las negociaciones de Argel), bien recibida por el ejecutivo español. La entrevista a Otegi en La Vanguardia deja un titular buscado: "el Estado español no tiene que pagar ningún precio político a ETA ni a nosotros". La hábil entrevista realizada por Jordi Barbeta e Ignacio Orovio, lanza preguntas directas, incluso algunas más propias de un cuestionario digital con los internautas. Otegi echa balones fuera, y centra la clave en la seducción: "Queremos cambiar un tablero de confrontación por un tablero de seducción. Queremos seducir democráticamente a la ciudadanía".

La izquierda abertale, que lleva 30 años manteniendo un pulso con los poderes públicos y con el gobierno de turno por una disyuntiva en torno al sujeto político titular de derechos, sigue calculando a qué parte de su propia historia renunciar y qué parte de lo posible va a ceder el Estado para poder salir airosos de un conflicto de carácter nacionalista. Hablar directamente de una autonomía a cuatro deslegitimaría su propia historia reciente, centrada en luchar a sangre y fuego contra un marco jurídico que creen impueso, y que precisamente permite esa hipotética autonomía de cuatro territorios. Hablando de seducción, se desconoce hasta qué punto será capaz de seducir a ETA sobre las bondades de ese marco similar al actual. Eso supone legitimar el marco actual, lo que generaría no pocas contradicciones en la IA. En una continua analogía vasco-irlandesa, "Estamos manteniendo la misma actitud que el Sinn Fein en Irlanda o el Congreso Nacional Africano en Sudáfrica y que permitió construir la solución", Batasuna se encuentra en la encrucijada de pasar por el aro o seguir jo ta ke (dando guerra)
Siendo la única parte del proceso de paz que aún cree que este sigue vivo, con una dinámica política en clave preelectoral, el tiempo corre en contra de la izquierda abertzale y su presencia en uno de sus principales bastiones, los municipios, tras casi 4 años de ausencia. Probablemente el hecho de que no vaya a haber ningún tipo de movimiento ni en la Mesa de Partidos ni en la situación de los presos hasta por lo menos pasadas las elecciones municipales e incluso las generales, desanime y enfurezca a las bases de la izquierda abertzale, pero cada cual debe asumir su parte de responsabilidad tras el atentado de Barajas, con el que se hundieron, además de toneladas de escombros y turismos, las esperanzas en un proceso titubeante y las ilusiones de buena parte del país.

1 comentario:

J. dijo...

Nunca ha habido un proceso de paz coherente sino un proceso en clave de rendición y sumisión donde la batuta siempre la ha tenido Batasuna y ETA. Los primeros obedeciendo órdenes expresas de la banda terrorista, empeñada ésta última en imponer sus enmiendas anticonstitucionales a base de acciones criminales y con clara vocación de atentar a la vida de las personas, como así fue en la T4 de Barajas.

Al entorno abertzale se la combate facilmente desde la clara cumplición y sin distinción de las leyes que conforman el Estado de Derecho. Pero es la sociedad civil, y la vasca principalmente, la que debe desterrar la insurrección de una plebe fanática y discriminatoria que no dudará en acabar por la fuerza con todas las demás ideas.

ETA no va a cesar en su empeño de llevar a cabo todo por lo que lleva matando durante años. Ni una vida vale ningún ideal por muy y mucho que se crea en ellos. Pero eso a ETA le da igual porque no respeta absolutamente a nadie, ni siquiera a los de su propia banda, ni siquiera a los que mandan. Y si no, que se lo digan a Ternera que ha pasado ha ser "Ternerilla" dentro de la Organización.