lunes, 19 de febrero de 2007

Retraso Enorme, Necesitamos Fuerza, Empujen

Siguen acumulándose los retrasos casi semanalmente en la estación de Barcelona-Sants, a cuenta de las caóticas obras del AVE. Hoy mismo la última, aunque esta vez de apenas 15 minutos. Otras han llegado a durar hasta una hora, acumulándose en el andén en plena hora punta viajeros de varios trenes de cercanías, en una situación de colapso y agobio nada recomendable. Catenarias que se caen, averías en la señalización y problemas informáticos provocan el caos en una estación que ha visto reducido el número de vías de 12 a 8 para abrir hueco a la faraónica obra de Fomento. Ello afecta visiblemente no sólo al tráfico de cercanías, sino también a los trenes de larga distancia con salida de Sants, que llegan al andén con el tiempo justo de recoger a los viajeros y partir si la situación lo permite.

Aún más notables son los problemas causados en el cinturón de Barcelona por donde pasa el trazado. Los vecinos de Hospitalet, EL Prat y Cornellà de Llobregat rezan por que llegue el fin de las obras (previstas para finales de este año) sin mayuor prejuicio para sus viviendas, ante el temor de que se repita un nuevo Carmel. Flaco favor hacen estos incidentes a lo que debería ser la recuperación de un medio de transporte que sigue en la cuesta abajo, con una tendecia claramente deficitaria. Habrá que esperar varios años para ver cuál es el impacto real de la implantación de la Alta Velocidad en el conjunto de la red de RENFE, aunque a medio plazo parece habrá más problemas que beneficios. Actualmente el AVE llega a Sevilla, Málaga, Zaragoza, Huesca, Lleida y Tarragona, y se espera para finales de este año la conexión con Valladolid, Segovia, Toledo y Barcelona.

Además del impacto ambiental que está suponiendo la Alta Velocidad, parece ser que se siguen repintiendo los errores que se cometieron con la red de via ancha en el siglo XIX. Si bien esta vez el ancho de via coincide con el europeo, el diseño sigue siendo de carácter radial, basándose en un centro y una periferia, lo cual no aporta nada nuevo a lo ya existente. Habrá que ver qué sucede con el tramo propuesto hace dos años por la Generalitat para unir Barcelona y Bilbao. La dificultad de la obra no es excesiva, pues sólo se trataría de unir la estación de Zaragoza-Delicias con la futura "Y" vasca, pasando probablemente por Logroño. Ello requiere el consenso de las administraciones afectadas, y el beneplácito del Ministerio de Fomento y del Gobierno de turno. La opción está encima de la mesa, y es un averdadera prueba de fuego para el diseño de la futura red de Alta velocidad. La línea Bilbao-Barcelona parece ser la única no radial más viable, si no es ésta probablemente no será ninguna otra, quizás una hipotética Valencia-Barcelona, poco más.

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