Ayer asistimos a una jornada político-judicial rocambolesca a cuenta del temporal que azotó el norte del país. El ciudadano Don Arnaldo Otegi Mondragón estaba citado a las 10:30 en la Audiencia Nacional de Madrid para un juicio cotra su persona por supuesto enaltecimiento del terrorismo en un discurso pronunciado durante el entierro civil de Olaia Kastresana en Errenteria (Gipuzkoa). El imputado quedó absuelto en un juicio que se despachó en una hora. No obstante, lo más granado estuvo en la odisea previa para llegar a la sala.
Conocidas eran para los habitantes del norte las inclemencias meteorológicas acontecidas durante la mañana de ayer en Álava. Bien es sabido que para recorrer por autopista los 431 kilómetros que separan Elgoibar de la Audiencia Nacional hay que pasar por zonas motañosas y de vez en cuando cubiertas de nieve por los temporales de turno. La abogada, Jone Girizelaia, aseguró al juez que el imputado había salido a las 4 de la mañana de su domicilio, con la antelación suficiente para personarse en la sala a la hora citada. Ello se lo comunicó en persona en la misma AN, de lo que se deducen dos conclusiones: que la abogada ya se encontraba en madrid des del día anterior, y no quedó atrapada por el temporal; y que las explicaciones ofrecidas por la letrada, sometida a juramento, deben ser vistas con buena voluntad y ser consideradas ciertas.
Aun así, el Tribunal ordenó a la Guardia Civil comprobar los pormenores de las excusas. Sabido es que la Benemérita no posee las competencias en tráfico y carreteras en la Comunidad Autónoma Vasca, en manos de la Ertzaintza, y por lo tanto no podía partir de los datos ofrecidos por sus propias fuentes. Aún asi cabe pensar en la buena voluntad del instituto militar en comprobar el estado de las carreteras por las que debía transitar Otegi. El plazo para personarse en la Audiencia se extendió hasta las 16 horas, y visto que el imputado había dado media vuelta y no tuvo a bien emprender una nueva aventura por el puerto de Altube en espera de la mejora de la situación, la Guardia Civil procedía a su detención pacífica en su domicilio de la calle Santa Ana de Elgoibar. Un hecho éste, la dirección del sr. Otegi Mondragón, publicado ayer sin más en la edición digital del diario El País, aunque ya corregido a día de hoy. El titular de la edición digital de ayer rezaba:
"Hacia las 16.45 horas, cinco vehículos todoterreno de la Guardia Civil han llegado al número 5 de la calle Santa Ana de Elgoibar y han accedido a la vivienda de Otegi, en la que también se encontraba el coportavoz de Batasuna Joseba Permach y, tras ser arrestado, ha sido introducido en un coche policial."
En cambio, a día de hoy tanto en la edición impresa como en la edición digital podemos leer:
"La Guardia Civil detuvo por la tarde en su domicilio de Elgoibar (Guipúzcoa) al dirigente de la ilegalizada Batasuna tras la orden dictada por la Audiencia Nacional para su traslado inmediato ante este tribunal."
Rectificar es de sabios, y en este caso el diario de Polanco lo ha hecho con diligencia. Y es que en este caso el rotativo madrileño incurría en un flagrante incumplimiento de la protección de datos privados de las personas, al publicar la calle y el número del domicilio del encausado, no había velado por la intimidad del imputado. EL Libro de Estilo de El País no dice nada concreto al respecto, aunque sí podemos encontrar referencias en Códigos del ámbito del rotativo de PRISA. Los principios internacionales de Ética del Peridosimo elaborados por la UNESCO ya advierten sobre ello: Además son datos irrelevantes y que carecen de interés público.
"El respeto del derecho de las personas a la vida privada y a la dignidad humana, en conformidad con las disposiciones del derecho internacional y nacional que conciernen a la protección de los derechos y a la reputación del otro"
La resolución 1003 del Consejo de Europa sobre la Ética del Periodismo es más explícita al respecto:
"Se respetará el derecho de las personas a su propia vida íntima. La personas que tiene funciones en la vida pública tienen el derecho a la protección de su vida privada, salvo en los casos en que ello pueda tener incidencias sobre la vida pública. El hecho de que una persona ocupe un puesto en la función pública, no le priva del derecho al respeto de su vida privada."
El Código Deontológico aprobado por el Sindicato de Periodistas de Madrid habla en su artículo 13.1 del peligro que puede suponer la publicación de estos datos:
"El periodista respetará en su trabajo informativo la intimidad y la dignidad de las personas, al tiempo que eludirá proporcionar datos que identifiquen a los protagonistas de la información cuando puedan ocasionarles daños morales, tanto en su esfera personal como en su entorno familiar."
El juicio se celebraba en la víspera de que se cumpla un año de la declaración por parte de ETA de un alto el fuego hoy bajo sospecha. El ayer juzgado se encuentra en plena operación de marketing por lograr un cambio de imagen y de impresión para tratar de relativizar lo sucedido el 30-D y recuperar un proceso en vía muerta. Tras la propuesta de comunidad autónoma a cuatro provincias, en este mes y medio se han publicado hasta la saciedad declaraciones del estilo "seria un error pretender construir la independencia des de la lucha armada", o "no tiene que haber un precio político por el fin de la violencia", ambas obtenidas por medios catalanes (La Vanguardia y Catalunya Ràdio). Aún es pronto para valorar la supuesta sinceridad de tales planteamientos o si más bien son consecuencia de la tenacidad de los periodistas catalanes que lo entrevistaron, así como si es un mero lavado de imagen o es una reflexión profunda de la izquierda abertzale.
Mientras tanto el PSOE sigue sin renunciar a salirse completamente de un proceso que el mismo gobierno impulsó, a la espera de ganar tiempo con la vista puesta en las municipales de mayo. Unos comicios que por su ubicación en el calendario se han convertido en la primera vuelta para las generales del año siguiente, como afrima el profesor Francisco Llera. Pese a los vavienes las encuestas siguen dándloe margen al Partido Socialista, aunque éste no sabe muy bien hacia dónde avanzar o no avanzar.
Quien sí tiene claras las cosas es el PP. Tras dar el pistoletazo de salida a su propia precampaña, no duda en asistir a las manifestaciones que convoquen a lo largo y ancho de España sus terminales sociológicas y electorales. La última este fin de semana en Pamplona, de la mano de su marca en Navarra, UPN. Todo ello se encuadra en la estrategia por recuperar el poder en 2008, y para este noble fin todo vale. La variable poder es el cemento que une a todo el partido, y evita que afloren las dicrepancias. Las contradicciones internas quedan cubiertas por el espeso manto del hipotético acceso a La Moncloa.
Y el PNV, tan decisivo en el proceso de 1998, está con los brazos cruzados, como el ayudante de cocina al que ya le han hecho su trabajo y que sólo se encarga de echar sal a la cazuela y por si acaso controlas que no se peguen los garbanzos. Poco trabajo tiene y poco puede hacer para encauzar el proceso. Bastante tiene con resolver sus problemas en Gipuzkoa, tanto en sus candidaturas a Diputado General como en sus pactos de coalición.
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